Preparación: 30 minutos | Cocción: 10 minutos | Horneado: 10-15 minutos | Total: 45 minutos
Raciones: 4 | Picante medio-bajo o nulo
Ingredientes
- 500 g de penne rigate (o de los macarrones que más te gusten)
- 500 g de tomate triturado
- 1 no-chorizo (a mí personalmente me gusta usar el picante de Avus, empresa que sólo trabaja con productos artesanos totalmente vegetales, por su sabor especiado)
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- Una pizca de sal
- Una pizca de azúcar
- Una pizca de orégano
- Un chorrito de vino blanco
- Un chorrito de aceite de oliva
- Una cayena (opcional)
Preparación
Picamos la cebolla muy fina y los dos dientes de ajo mientras dejamos precalentando el horno a unos 180ºC.
En una sartén grande, pochamos la cebolla en unas 6 cucharadas de aceite de oliva a fuego lento y le añadimos el ajo una vez que adquiera un color dorado. Removemos bien para evitar que se queme y echamos el tomate triturado con unas dos cucharaditas de sal y otras dos de azúcar para revertir la acidez. Dejamos que poco a poco se vaya evaporando el agua natural del propio tomate hasta conseguir una textura espesa (unos 20 minutos) mientras ponemos a hervir los macarrones. Hacia el final, añadimos un poco de óregano y un chorrito de vino blanco, y corregimos el sabor añadiendo un poco más de sal o de azúcar.
Mientras acaba de constituirse la salsa y cocerse la pasta, cortamos el no-chorizo en pequeñas rodajas.
Escurrimos la pasta, la mezclamos con el no-chorizo y un chorrito de aceite en una fuente de horno, y añadimos por encima la salsa de tomate. Horneamos alrededor de 10-15 minutos, según el gusto de cada cual, y ¡listos para servir!
Para quienes disfruten del picante, puede añadírsele una cayena picadita al plato… Mmmmm.